11 años que murió la persona pero su legado sigue ahí más vivo que nunca. El año pasado por estas fechas Oded Cohen, uno de sus socios en aquella época y una de las personas que más compartió con Eli me pidió que hiciera una presentación para recordar los momentos más especiales de nuestra etapa en el Instituto Goldratt y de las anécdotas que recordaba de él.
Una de las primeras fue a nuestra llegada a New Haven, donde está el Instituto Goldratt, nos reunió a los jóvenes recién llegados de diferentes países y nos contó porque habría creado el Instituto Goldratt. La historia no tiene desperdicio. Eli trabajaba en un empresa de un hermano suyo que era matemático, Creative Output, y habían desarrollado un software de gestión de producción a capacidad finita que se llamaba DISASTER. El nombre creo que no fue la mejor elección, pero la empresa iba muy bien. El precio del software en esos años, principios de los 80, era de más de 1 millón de dólares de la época y los usuarios eran grandes multinacionales. La empresa iba muy bien, ganaban mucho dinero, pero Eli no estaba satisfecho del todo porque los clientes se centraban demasiado en el software y no en las ideas, las reglas, los indicadores que había detrás del software. Para solucionar ese problema decidió escribir LA META, como herramienta de Marketing para difundir su mensaje. Para ello contrató a un escritor profesional, Jeff Cox, y después de 9 meses tenían el primer borrador.
Se imaginan el escenario, una empresa que va muy bien, durante 9 meses tiene a su director general, líder, el mejor vendedor de proyectos, encerrado escribiendo una novela sobre producción. Cuando por fin editaron el libro el feedback fue buenísimo, y algunos de los lectores le decían que habían replicado el proceso escrito en el libro y habían obtenido unos resultados espectaculares. Había clientes que conseguían lo mismo comprando un libro de 20$ que un software de un millón.
Entonces Eli tomó una decisión radical, promocionar el libro, LA META, y dejar de vender DISASTER. El resultado fue que la empresa entró en pérdidas, Eli fue despedido y creo el Instituto Goldratt, cuya MISION era DESARROLLAR Y DISEMINAR CONOCIMIENTO. Si vemos el resultado de su acción, creo que fue un auténtico acierto a largo plazo, pero un gran fracaso a corto plazo. Hoy LA META es el libro de gestión más vendido en el mundo, las soluciones basada en el FLUJO hoy se han impuesto como la única alternativa para adaptarse al nuevo escenario, VUCA. Hoy Goldratt es conocido por sus ideas, la Theory of Constraints, no por un software.
Creo que esta anécdota retrata perfectamente a una persona excepcional, un visionario, un hombre que fue contra corriente siempre, que sabía lo que quería, ya que su meta en la vida era: TEACH THE WORLD TO THINK.
Los próximos 12 y 13 de julio tendremos un curso en Santiago donde presentaremos muchas de sus ideas.
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Una de las primeras fue a nuestra llegada a New Haven, donde está el Instituto Goldratt, nos reunió a los jóvenes recién llegados de diferentes países y nos contó porque habría creado el Instituto Goldratt. La historia no tiene desperdicio. Eli trabajaba en un empresa de un hermano suyo que era matemático, Creative Output, y habían desarrollado un software de gestión de producción a capacidad finita que se llamaba DISASTER. El nombre creo que no fue la mejor elección, pero la empresa iba muy bien. El precio del software en esos años, principios de los 80, era de más de 1 millón de dólares de la época y los usuarios eran grandes multinacionales. La empresa iba muy bien, ganaban mucho dinero, pero Eli no estaba satisfecho del todo porque los clientes se centraban demasiado en el software y no en las ideas, las reglas, los indicadores que había detrás del software. Para solucionar ese problema decidió escribir LA META, como herramienta de Marketing para difundir su mensaje. Para ello contrató a un escritor profesional, Jeff Cox, y después de 9 meses tenían el primer borrador.
Se imaginan el escenario, una empresa que va muy bien, durante 9 meses tiene a su director general, líder, el mejor vendedor de proyectos, encerrado escribiendo una novela sobre producción. Cuando por fin editaron el libro el feedback fue buenísimo, y algunos de los lectores le decían que habían replicado el proceso escrito en el libro y habían obtenido unos resultados espectaculares. Había clientes que conseguían lo mismo comprando un libro de 20$ que un software de un millón.
Entonces Eli tomó una decisión radical, promocionar el libro, LA META, y dejar de vender DISASTER. El resultado fue que la empresa entró en pérdidas, Eli fue despedido y creo el Instituto Goldratt, cuya MISION era DESARROLLAR Y DISEMINAR CONOCIMIENTO. Si vemos el resultado de su acción, creo que fue un auténtico acierto a largo plazo, pero un gran fracaso a corto plazo. Hoy LA META es el libro de gestión más vendido en el mundo, las soluciones basada en el FLUJO hoy se han impuesto como la única alternativa para adaptarse al nuevo escenario, VUCA. Hoy Goldratt es conocido por sus ideas, la Theory of Constraints, no por un software.
Creo que esta anécdota retrata perfectamente a una persona excepcional, un visionario, un hombre que fue contra corriente siempre, que sabía lo que quería, ya que su meta en la vida era: TEACH THE WORLD TO THINK.
Los próximos 12 y 13 de julio tendremos un curso en Santiago donde presentaremos muchas de sus ideas.