Son muchas las organizaciones que están cada vez interesadas en la aplicación del Proceso S&OP como parte fundamental para unir la estrategia de la compañía con las operaciones del día a día.
Este proceso está cada vez más demandado por muchas organizaciones como la bala de plata para sincronizar el proceso estratégico con el operativo. La forma habitual de hacerlo es una previsión de venta por familia de productos y después pasarla a nivel de código artículo como imput para la parte operativa de la empresa. En función de esta PREVISIÓN, la parte operativa tiene que ver sus capacidades de aprovisionamiento y producción para poder llevar a la práctica este PLAN PREVISTO.
Este proceso se hace con una periocidad mensual y se va actualizando cada mes. La lógica es muy buena pero la realidad hace que el proceso sea una fuente de frustración, ya que el éxito del proceso se basa en la precisión de la previsión de la demanda, y cuando está previsión falla todo el proceso se cae.
Este es el enfoque que hay que cambiar, que el éxito dependa de esa previsión a nivel de código artículo.
Con el enfoque de DEMAND DRIVEN, lo que hay que ver es si los BUFFERS de los ARTÍCULOS, tienen margen para adaptarse a esas posibles ventas. La diferencia es que los buffers tienen un rango para crecer o decrecer, y a pesar de errores del orden de un 20% en cualquier dirección, tienen la flexibilidad necesaria para ADAPTARSE
Otra contribución importante de este proceso es la bidireccionalidad. Los buffers van a registrar lo sucedido en los últimos meses, si fueron suficiente grandes o pequeños para lo sucedido, y si es necesario modificarlos al alza o la baja en función de las ventas previstas.
La versatilidad de los buffers es lo que hace posible que el proceso sea muy flexible y la excelencia consistirá en tener siempre los buffers adecuados en cada momento. No se trata de acertar lo que va a suceder, sino que lo hay que hacer es la que ADPTACIÓN del modelo esté garantizada.
Este proceso tiene en cuenta la capacidad de producción y el espacio necesario para los mismos, ya que una vez cuantificados es muy fácil trasladarlo a las necesidades de capacidad productiva y/o espacio.
Para el largo plazo, este proceso nos puede ayudar a tomar decisiones de inversiones en función de las ventas previstas en un futuro próximo, evaluando las necesidades de los buffers futuros y compararlos con los actuales. Esta es otra muestra de la importancia de que el proceso sea bidireccional.
Las aplicación del DD&SOP, OBLIGA PRIMERO A IMPLANTAR EL MODELO OPERACIONAL DE DEMAND DRIVEN, para poder ir ADAPTÁNDOLO EN EL FUTURO.
Este modelo, DEMAND DRIVEN, es la clave para la cadena de SUMINSITRO sea cada vez más ÁGIL Y MÁS RESILIENTE
Intentar conseguir esta agilidad y resiliencia con el modelo tradicional no es más que una declaración de intenciones. Lo bueno es que hoy posible implantar este modelo en meses.
Publicado por Manuel Castro en LinkedIn
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