El efecto látigo, como cualquier experto en logística industrial sabe, es uno de los problemas más comunes que pueden influir en el ciclo de vida de producción de una empresa. Controlarlo resulta, pues, esencial, puesto que la buena marcha de la cadena de suministros. Otorga la solidez y la efectividad necesaria para la correcta gestión de los posteriores procesos de negocios.
Podríamos definir el Efecto Látigo como aquellas consecuencias que se ocasionan en la cadena de suministro ante pequeñas variaciones en la demanda. Por lo general, estas pequeñas fluctuaciones en la demanda de productos, o servicios, se traducen en verdaderos caos en los inventarios, con consecuencias muy graves para el rendimiento final… como pueden ser excesos de stock, aumento de los costos de almacenamiento, incapacidad para gestionar oscilaciones de productos o bajo nivel de ventas.
Este reportaje de la revista Directivos y Dirigentes profundiza, de manera muy interesante, sobre el tema.
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