Un estudio de la Harvard Business Review ha investigado a más de 30.000 empresas públicas en los Estados Unidos en un lapso de 50 años desvela que la velocidad a la que desaparecen las empresas se ha multiplicado por 6 en los últimos 40 años. Además las empresas públicas tienen una probabilidad de un tercio de ser excluidas de la cotización en los próximos 5 años, ya sea por quiebra, liquidación, fusiones y adquisiciones u otras causas.
Este estudio se publicó en el 2.016, por lo que en los últimos 6 años los resultados tienen que ser todavía peores. Además estos resultados no dependen del tamaño de la empresa, ni del sector en que se desenvuelve, por lo que la razón debe de ser muy genérica.
Bajo mi punto de vista la razón es muy clara. El entorno en que estamos viviendo en junio del 2.023 es muy distinto al que teníamos hace 30 o más años, y muchas de las creencias, reglas e indicadores que utilizamos en las empresas han quedado obsoletos, pero muchas organizaciones los siguen utilizando.
He asistido a muchas reuniones de dirección donde se analizan los resultados y no se intenta ir a la raíz de los problemas. Muchas organizaciones siguen utilizando modelos de gestión obsoletos, porque son los que conocen, pero no tienen el valor de cambiar radicalmente la forma de hacer las cosas. Intentan adaptar lo obsoleto al nuevo escenario.
Un ejemplo lo tenemos en la contabilidad de costes, inventada en la segunda mitad del siglo XIX cuando las empresas apenas tenían gastos fijos y la mano de obra se pagaba a destajo. El 95% de los costes eran totalmente variables e imputables a la unidad de producto sin ninguna duda. Si no fabricabas te los ahorrabas, además todo lo que fabricabas lo vendías, porque había exceso de demanda. He sido testigo muchas veces de decisiones ERRÓNEAS BASADAS EN LOS COSTES. Por ejemplo, una empresa que ya no existe, utilizaba a una filial china para hacer troqueles baratos cuando tenía capacidad para hacerlos en nuestro país. La mano de obra en CHINA será más barata, pero algo costará. Si podemos hacerla aquí nos ahorramos los costes de CHINA, PUES LOS MATERIALES CUESTAN LO MISMO.
Cuando se lo decía me miraban con cara, ¿DE DÓNDE HA SALIDO ESTE MARCIANO? Ya no existen.
Otro procedimiento obsoleto son las proyecciones del pasado para calcular lo que va a suceder en el futuro. Un ejemplo son las previsiones de venta. Es una fuente segura de tener roturas y obsoletos, pero la mayoría de las organizaciones siguen haciéndolas, para calcular ¿QUÉ COMPRAR? y ¿QUÉ FABRICAR?
El trabajo de la ALTA DIRECCIÓN es velar por el futuro de la compañía, y los integrantes de esos comités son casi siempre gente que están en el final de su carrera profesional y algunos de ellos están más preocupados de mantener su status que en el futuro de la compañía. Se reúnen todos los meses y en reuniones maratonianas va analizando resultados sin entrar en el fondo de las cosas.
¿HASTA CUANDO?
Publicado por Manuel Castro en LinkedIn
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